En esta época de sobre-estimulación, en donde los padres buscamos llenar la agenda de nuestros hijos con diferentes actividades deportivas, artísticas o culturales, es importante darles tiempo de ocio y libre entretenimiento. Un niño necesita aprender a divertirse por sí solo, explorando a su alrededor y estimulando la imaginación para hacer de lo que le rodea, instrumentos de aventura y distracción. Permitirle a un hijo estar aburrido es parte de forzarlos a hacerse cargo de la construcción de su propia felicidad.