Es una de las frases favoritas de los padres de familia: «Yo soy amigo de mis hijos». Pero con esto, en el fondo, estamos equivocando el concepto de amistad y del que es nuestro papel y responsabilidad en la familia. Si actuamos como nos corresponde, nunca podremos ser sus verdaderos amigos. No debemos serlo. Les haríamos un gran daño. El objetivo es tener una relación cercana, llevarnos bien con ellos, que no es lo mismo que ser sus amigos.
220. Amigo de mis hijos
03
Jun