Como papás, a veces es difícil definir premios y castigos adecuados para los comportamientos de nuestros hijos. Escuchamos sugerencias o recordamos los mismos que utilizaron nuestros propios padres durante nuestra infancia. Sin embargo, no siempre estamos seguros de que ha tenido el efecto adecuado y que tendrá los resultados esperados. ¿Hay parámetros para determinar lo que es un buen premio o castigo en la formación de los hijos?