La violencia verbal o física (como los jalones de pelo) a un niño demuestra nuestra absoluta incapacidad de mantener el control y de ser una auténtica figura de autoridad en la vida de un hijo. Y, peor aún, no se obtienen resultados eficaces al maltratar al pequeño. Al contrario, los efectos a largo plazo son negativos y suelen provocar incluso más problemas a los padres, en comparación con otros que usaron mejores estrategias formativas.
313. Jalones de pelo
06
May