Una de las grandes ventajas del matrimonio es que la pareja se convierte en una suma de fortalezas. Tú aportas a la relación las habilidades que tienes y te beneficias con las cosas para las que él o ella son buenos. Por eso, es inútil y muy dañino tratar que el otro sea como tú quieres, sin valorar lo que es. Lo mejor es tener claro para qué es bueno cada uno, cuáles son las virtudes de ambos, para aprovecharlas en cualquier momento en que las circunstancias lo requieran.
513. ¿Para qué eres bueno?
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