La sexualidad involucra a la persona completa: cuerpo y mente, carne y espíritu. Por esta razón, la formación en sexualidad debe iniciarse desde los primeros años de los hijos, dando la información adecuada, de acuerdo a su edad. Cualquier libro puede darles los conocimientos básicos sobre la sexualidad. Sólo los padres pueden infundir los valores y principios fundamentales para su buen manejo.