Cuando sentimos que un problema nos sobrepasa, o sencillamente queremos hacer algo creyendo que podemos controlar o ignorar las consecuencias negativas, solemos evadir la realidad. Es decir, evitamos pensar en lo que nuestro razonamiento nos muestra como prueba objetiva de los problemas que están sucediendo. El problema con esta evación es que tarde o temprano no podemos seguir ignorando lo evidente y nos damos de frente con la verdad. A veces es demasiado tarde para arreglar las cosas, por lo que debemos de ser cuidadosos de no evadir aspectos importantes de nuestra relación.
282. La evasión
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Ene