Lo curioso es que, cuando damos un buen ejemplo de conducta, el primer beneficiado somos nosotros mismos. Refuerza nuestra autoestima, nos da seguridad, la imagen positiva que transmitimos nos hace receptores de buen trato y respeto. No son ganancias menores. Además, por supuesto, damos testimonio de que un comportamiento intachable es posible y podemos ser motivo de inspiración para que otros actúen de la misma manera.
362. Buen ejemplo
30
Sep