En ocasiones, parece que no podemos distinguir lo que es una buena formación y lo que es resguardar los derechos de los niños. Los límites que establecemos son confusos y flexibles, haciendo que asuman más poder que el que realmente pueden manejar. En estos casos, por su bien, debemos ser más estrictos. Sin embargo, en otras situaciones, nos olvidamos por completo de lo que los pequeños requieren y que por justicia les corresponde. Aquí es otra la estrategia a seguir.
402. Los derechos de los niños
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