
Todos vivimos muchos duelos, muchas pérdidas (de seres queridos, de salud, de trabajos, etc) en el transcurso de nuestra vida, y la experiencia es distinta en cada uno de ellos.
Todos vivimos muchos duelos, muchas pérdidas (de seres queridos, de salud, de trabajos, etc) en el transcurso de nuestra vida, y la experiencia es distinta en cada uno de ellos.
El suicidio siempre deja, entre quienes rodeaban a quien lo comete, una tormenta de sentimientos de culpa y tristeza: «¿Cómo no me dí cuenta de las señales?», «¿Cómo pude evitarlo?» Preguntas imposibles de contestar, pues el evento, tristemente ya ha ocurrido. Lo que se necesita alcanzar, poco a poco, para honrar la memoria del que ya no está, es el de recordarlo en sus buenos momentos, los alegres, los que nos permitirán encontrar paz interior.