Las acciones que tomamos en la formación de nuestros hijos, deben tener un objetivo claro, especificado antes de que empiecen a aplicarse en la familia. Cuando dirigimos la educación a una dirección concreta, es más fácil decidir qué hacer, qué decir y cuándo callar ante una conducta determinada de los hijos. La pregunta «¿Qué quiero que aprenda de esta situación?» es de gran ayuda.
275. Formación concreta
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