Sucede cuando determinamos lo que podrá hacernos felices: un título universitario, vivir en otro país, tener determinado puesto, estar casado… Y una vez que tenemos definido lo que traerá consigo mucha felicidad, ponemos todos los obstáculos para no alcanzar esa meta, culpando de nuestra desgracia a las circunstancias que nos rodean. Es un círculo vicioso que logra justo el objetivo opuesto a lo que buscábamos: nunca somos felices.
401. Felicidad postergada
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Mar